Formación en la Subsede Villa Dolores
Con mucho entusiasmo las y los invitamos a ésta actividad tan interesante. Para seguir reflexionando y capacitándonos con referentes tan importantes: Lic. Javier Chialvo y Psp Miriam Alloco.
La propuesta tiene que ver con encontrarnos con eso que llamamos “Niños en dificultades”, que nos ponen en dificultades, o nos cuestionan sobre ” el hacer” del profesional.
“Niños en dificultades” que ponen en dificultades los espacios donde se espera algo del orden del lazo social normalizado. Encontrando que este lazo social “esperado” o “exigido” se “ausenta o se rompe” en fabricaciones singulares a las que hay que estar atentos.
Entonces, fabricaciones singulares, que requieren pensar modos, artefactos a construir o bien a acompañar, sostener o de-construir; no solo dicha fabricación, sino el trabajo entre profesionales; para que estos niños, encuentren un lugar para vivir, como fuera escrito por Maud Mannoni.
Ese trabajo entre profesionales requiere poner a conversar los diferentes discursos desde donde es hablado ese “niño en dificultades”, en el intento de entrecruzar esos escenarios por los que el niño transita, o bien es compelido a transitar, en un tiempo donde cada vez más nos encontramos con niños “seccionados” por diferentes saberes profesionales, y quizá sea esa sección las que nos y los pone en dificultades.
El concepto de “Entre Varios”, tomado de A De Ciaccia y corrido de la interdisciplinariedad, y el de Lazo Social pueden operar como referencias para pensar estos tiempos tan tecnocráticos y muchas veces tan des-subjetivantes, donde urgen resultados adaptativos y universales, donde el diagnóstico viene a decir de la infancia y de la adolescencia más que el nombre propio de cada sujeto, y donde la medicalización, viene a calmar cualquier interrogante sobre el acompañar al sujeto y su decir.
¿De qué modo construir-sostener nosotros, desde el lugar que nos convoca, el trabajo con estos niños en el marco del “entre varios” ?
¿Cómo construir un “entre varios” con estos discursos (tecnocrático, medicalización, diagnóstico, exigencia curricular) que se nos presentan hoy en el hacer, que determinan algo a esperar a priori como lo adecuado, y que nos empujan a un circuito de demandas que amenaza con aplastar cualquier decir?
¿Cómo convocar en un mismo escenario a estos “varios” que en la práctica misma no están atravesados o tocados por el discurso psicoanalítico para que el “entre” comience a tejer un texto dónde el sujeto en su singularidad encuentre ese lugar?
La invitación entonces es abrir la conversación, a partir de los interrogantes y las dificultades en la que nos encontramos, ubicando en la misma, con ciertos conceptos que nos parecen necesarios.
Los conceptos que nos interesan poner en circulación parten de “la infancia en tanto una experiencia con el lenguaje” (G. Agamben), partiendo quizá de un pequeño recorrido por los diferentes dispositivos de poder en la genealogía que Foucault propone en El poder psiquiátrico, genealogía que puede ser leída desde los modos de esa experiencia con el lenguaje, y preguntarnos acerca de algunas características actuales.
Si la infancia puede ser pensada como una experiencia de lengua, y además la historia puede ser propuesta como un niño que juega, intentaremos reflexionar sobre cómo se entreteje ese decir y ese jugar, cómo leerlo allí en esos entrecruzamientos de “demandas” donde pareciera que ese decir y ese jugar están ausentes. Cómo disponerse a ese jugar con esa fabricación particular, y como y cuando se puede tensionar la misma desde el concepto de Lazo Social (forzamiento que se ubica desde lo transferencial). ¿Qué artefacto, qué lectura, qué disposición poner en juego en esos momentos en que el lenguaje se va de vacaciones, al decir de Witgenstein, en muchas ocasiones justamente por estar atravesados en el encuentro con un niño por una serie de demandas adaptativas que exigen el empobrecimiento radical del decir?
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